En otras palabras, la autoestima es un sentimiento valorativo de nuestro conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que forman la personalidad. Dicho sentimiento puede cambiar con el tiempo: a partir de los cinco o seis años de edad, un niño comienza a formar el concepto sobre cómo es visto por el resto de la gente.
El mantenimiento de una buena autoestima es imprescindible en cualquier psicoterapia, ya que suele constituirse como un síntoma recurrente en distintos problemas conductibles.
Por eso, hay psicólogos que definen a la autoestima como la función del organismo que permite la auto protección y el desarrollo personal, ya que las debilidades en la autoestima afectan la salud, las relaciones sociales y la productividad.
Tener autoestima significa quererse a sí mismo y considerarse una persona valiosa. Al afirma tu dignidad reivindicas el derecho a ser tratado con respeto. Tienes derecho a ser feliz. La autoestima requiere fe en nuestro talento personal y confianza en nuestra capacidad para desempeñarse en la vida. La autoestima conduce armonía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario